10 consejos para ser feliz

El filósofo humanista Daisaku Ikeda, aborda la felicidad distinguiendo entra la felicidad «relativa» y la «absoluta». La felicidad relativa depende de factores externos como las relaciones, el entorno y los logros materiales. Esta forma de felicidad es temporal y vulnerable a los cambios y comparaciones con los demás, lo que puede conducir a la desdicha. En contraste, la felicidad absoluta se encuentra en el interior y se basa en una satisfacción duradera que no se ve afectada por las circunstancias externas. Esta felicidad persiste a través de las dificultades y se sustenta en el esfuerzo constante y el crecimiento personal. Para alcanzar la verdadera felicidad, es esencial centrarse en nuestro propio progreso en lugar de compararnos con los demás. Las experiencias difíciles pueden servir como oportunidades para el crecimiento si se enfrentan con valentía y sabiduría.

La felicidad es un estado que a lo largo de la historia las personas deseamos alcanzar, pero a menudo parece esquivo. En última instancia, no es baladí pensar que «no es lo que te pasa, sino el sentido que le otorgas». Un proverbio Zen afirma que «La felicidad, es un punto de vista»  lo que nos recuerda que nuestra forma de ver el mundo juega un papel crucial en la determinación de nuestro bienestar o malestar.

A continuación, te comparto unos consejos recopilados de los estudios de la Psicología Positiva que dirige Martin Seligman,  ciencia que estudia los factores que pueden ayudarte a cultivar un estado de bienestar estable y  duradero:

1-Practica la gratitud. Al pensar en los aspectos positivos de nuestra vida, liberamos hormonas que nos hacen sentir bien, como la dopamina . Por ejemplo, puedes sentirte agradecida por poder utilizar tus sentidos, por tener acceso a comida y refugio, o por poder interactuar con personas que te importan. Al sentirnos agradecidas, podemos alejar nuestros pensamientos de la rumiación negativa.

2- Acepta tus desafíos. En lugar de pensar en un desafío como algo insuperable o una desventaja injusta, piensa en él como una oportunidad para aprender y crecer cuando lo enfrentas de manera constructiva. Algunos desafíos se pueden superar, mientras que otros pueden enriquecernos cuando aprendemos a hacer las paces con ellos. La versión positiva de enfrentar un obstáculo podría ser: “Quiero superarlo” tomando el liderazgo de la situación en lugar de ser víctima de ella. 

3- Haz algo que te guste. Centrar tus esfuerzos en una actividad saludable y placentera te ayudará a mantener la mente alejada de pensamientos desalentadores. Si encuentras una actividad que disfrutes y a la que puedas dedicarle horas, generarás felicidad continua o el llamado estado de FLOW. Estas actividades pueden ser trabajos, artes creativas o deportes. Sin embargo, es importante equilibrar lo que te gusta con otras responsabilidades, aporta la dosis vitamina que necesitas para un estado de ánimo saludable.

4- Desarrolla relaciones significativas. Como seres sociales, ayudar a los demás puede aumentar nuestra propia felicidad. La empatía nos conecta y desencadena la liberación de oxitocina, conocida como la «hormona del amor». Además, la psicología positiva enfatiza que los actos de bondad no solo benefician a quienes ayudamos, sino que también fomentan nuestro bienestar emocional. La gratitud recibida potencia aún más estos sentimientos, creando un ciclo de felicidad compartida.

5- Cuida tu salud y descanso. Dormir suficiente, hacer ejercicio y mantener una dieta equilibrada son esenciales para la salud física y mental. Dormir de 7 a 10 horas regula hormonas que controlan el apetito y el metabolismo. Realizar ejercicio aeróbico durante 20 a 30 minutos casi a diario libera endorfinas y serotonina, mejorando el estado de ánimo y reduciendo el estrés. Una dieta balanceada ayuda a mantener un peso saludable y regula la insulina. Estos hábitos fundamentan la salud física, mental y el bienestar emocional, influyen mas de lo que imaginas en tu felicidad.  

6- Sé amable contigo misma. Muchas mujeres son especialmente duras consigo mismas al enfocarse en sus deficiencias. Al preguntarles cómo tratarían a una amiga con problemas similares, suelen responder que lo harían con amabilidad. Te propongo invertir la Regla de Oro: “Trátate a ti misma como tratarías a los demás”. El impacto negativo de la auto hostilidad es devastador llegando incluso, cuando se sostiene en el tiempo, a niveles de depresión e infelicidad.

7- Practica un diálogo interno respetuoso. La autocharla o forma en que nos hablamos a nosotras mismas modela nuestra realidad. Decir «No puedo superar este obstáculo» limita a nuestro cerebro y puede llevar a acciones destructivas. En cambio, al afirmar «Quiero superarlo», fomentamos la búsqueda de soluciones y apoyo, lo que puede aumentar la confianza y la felicidad al lograrlo.

8- Conecta con tu sentido de propósito. Según Seligman, el tercer pilar de la felicidad (el primero es disfrutar de los placeres y el segundo una vida de compromiso) es conectar con un propósito mayor que una misma.  La felicidad o la satisfacción pueden aumentar cuando orientamos con éxito nuestra vida hacia el cumplimiento de nuestro propósito y sentido de misión. No es responderse  a la pregunta Pporque quiero vivir?, sino  ¿Para que quiero vivir? ¿Cual quiero que sea mi aportación?.

9- Vive el presente: Evita obsesionarte en exceso con el pasado o con el futuro. Disfruta del momento presente para encontrar paz y satisfacción. Quienes permanecen ancladas en el pasado, pueden llegar a sufrir depresión, quienes se anclan en el futuro, pueden sufrir ansiedad. El presente es nuestra única certeza, es el único tiempo en el que podemos actuar y crear experiencias significativas, ya que el ayer es historia y el mañana es solo una posibilidad.

10- Fomenta el optimismo y la esperanza. El optimismo y la esperanza son una decisión. La infelicidad sólo puede alimentar más pesadumbre e infelicidad. El optimismo nos permite ver el lado positivo de las situaciones, fomentando una actitud proactiva frente a los desafíos. Al creer en un futuro prometedor, enfrentamos las adversidades con una mentalidad más resiliente, lo que nos ayuda a superar obstáculos y aprender de ellos. La esperanza actuará como una guía que nos motiva a perseguir nuestros sueños y aspiraciones, incluso en momentos difíciles. Cultivar el optimismo y la esperanza es, por lo tanto, un camino hacia una vida más feliz y significativa.

Qué es ser feliz

Según la Doctora en Psicología y experta en felicidad, Sonja Lyubomirsky,  ser feliz implica:

«Sentir gozo, estar satisfecha y vivir un estado de bienestar combinado con una sensación de que la vida de una misma es buena, tienen sentido y vale la pena«

Desde esta perspectiva, la felicidad se acercaría a un estado que integra el disfrute de los sentidos el bienestar personal y una conexión con un propósito que otorga significado a la propia vida.

De acuerdo con Seligman, existen tres enfoques esenciales que nos permiten transitar el camino hacia la felicidad:

1. La vida placentera: Este enfoque se centra en maximizar las emociones positivas a lo largo del pasado, presente y futuro. Experiencias vitamina de pequeños placeres cotidianos.
2. La vida comprometida: En este caso, se trata de emplear nuestras fortalezas personales para generar un mayor número de experiencias óptimas o momentos de «flow» a través d euna vida comprometida con nuestros valores.
3. La vida significativa: Este enfoque abarca la búsqueda de un propósito en la vida y el establecimiento de metas que trascienden el bienestar personal para hacer una aportación mayor.

Es importante señalar que estos tres enfoques no son mutuamente excluyentes sino que conviven y se nutren entre sí.

Seligman enfatiza que, aunque disfrutar de emociones positivas es valioso en cualquier etapa de la vida, el desarrollo de la vida comprometida y la vida significativa pueden tener un papel aún más destacado en la construcción de un bienestar estable y duradero.

Cómo ser feliz con una misma

Aprender a ser feliz con una misma es crucial para desarrollar una autoestima saludable y una vida plena.Algunos patrones de pensamiento y comportamiento de las personas que se declaran felices según la Dra. Lyubomirsky son:

•  Dedican mucho tiempo a su familia y amigos, a fortalecer sus relaciones y disfrutar de ellas.
•  Se sienten cómodas expresando su gratitud por cuanto tienen en la vida.
•  A menudo son las primeras en ofrecer ayuda a sus entornos.
•  Son optimistas al imaginar el futuro.
•  Saborean los placeres de la vida y tratan de vivir el presente.
•  Convierten el ejercicio físico en un habito semanal (o cotidiano).
•  Están profundamente comprometidas en objetivos y ambiciones para toda la vida (sentido de misión, sea política, educación, justicia, ecología etc.) de  valores arraigados.
•  Soportan el estrés, tienen crisis e incluso sufren tragedias. En esas circunstancias se sienten afligidas o se emocionan como todos…pero su arma secreta es el aplomo y la fuerza para hacer frente a las dificultades.

Qué se necesita para ser feliz

Para ser feliz, se necesita un equilibrio entre varios factores clave en la vida:

• Amor propio: La felicidad comienza con la aceptación y el respeto hacia ti misma.
• Relaciones saludables: Tener vínculos significativos con otras personas es fundamental para sentirte apoyada y valorada.
• Sentido de propósito: Sentir que tu vida tiene un propósito o un significado profundo te proporciona dirección y satisfacción.
• Gratitud y optimismo: Mantener una actitud agradecida y positiva frente a la vida es esencial para superar los desafíos y disfrutar de lo que tienes.
• Autocuidado y salud: Un estilo de vida saludable, que incluya ejercicio, buena alimentación y descanso, es esencial para mantener un bienestar físico y mental.

Estos elementos combinados crean una base sólida para experimentar la felicidad en tu vida diaria, y recuerda…Buscar la felicidad da trabajo. El trabajo más satisfactorio de tu vida.