La máxima socrática “Conócete a ti mismo” tras siglos de historia sigue siendo, incluso hoy, un poderoso principio para el desarrollo personal.
Para Sócrates, «Conócete a ti mismo» no era un fin en sí mismo, sino el punto de partida del conocimiento universal. Una exhortación a conocer nuestro interior para comprender no sólo nuestras capacidades y limitaciones, sino también nuestros valores, deseos y nuestro lugar en el mundo.
Una llamada a fomentar el autoconocimiento como el “fundamento de toda sabiduría, el primer paso hacia la virtud y la clave para una vida plena”. Un proceso continuo no exento de esfuerzo y dedicación para lograr vivir una buena vida de satisfacción y realización interior.
Este principio esencial de la filosofía socrática ha sobrevivido a los siglos y hoy se ha convertido en una poderosa herramienta para el desarrollo personal y gestión emocional.
El desarrollo personal es un proceso de aprendizaje y superación que podemos sostener toda la vida y que permite a la persona aumentar su conocimiento sobre quien es, que desea, hacia donde se dirige y cual es su lugar en el mundo. Ayuda a evaluar sus habilidades sociales y cualidades, también a adquirir otras nuevas. considerar sus objetivos y establecer metas para maximizar su potencial. Es un proceso que puede generar un cambio profundo, positivo y duradero en el tiempo, aumentando la confianza personal, favoreciendo el crecimiento y liberando el potencial innato de la persona.
“Hasta que hagas consciente el inconsciente, éste dirigirá tu vida y lo llamarás destino”. Carl Jung.
Los tres aspectos del crecimiento personal
El significado del desarrollo personal implica un proceso autorreflexivo, de introspección y superación personal y conlleva realizar cambios en los distintos aspectos de la vida desde un abordaje holístico en tres aspectos relacionados entre sí: el físico, el mental y el emocional.
El desarrollo físico se centra en la salud, los autocuidados, la aptitud física y el bienestar general de la persona. Implica actividades que mejoren el bienestar, la relación con nuestro cuerpo, la resistencia y pone en marcha acciones para maximizar la eficiencia.
El desarrollo mental abarca la adquisición de conocimientos, habilidades de pensamiento crítico, capacidades de resolución de problemas y habilidades de comunicación. También aumenta la conciencia personal, el autoconocimiento y la fortaleza psíquica. Para fomentarlo requiere un esfuerzo sostenido y un compromiso con el propio desarrollo. Nos ayudará abordar proyectos desafiantes y estudiar temas nuevos que amplíen nuestra visión y comprensión.
El desarrollo emocional se centra en el sentido de autoestima personal, nivel de confianza, seguridad psicológica y en la comprensión de las situaciones que vivimos desde una estabilidad emocional que nos permita ampliar la perspectiva desde la que abordamos la realidad.
No hay fórmulas estándar más bien un enfoque personalizado para que cada persona pueda desarrollar estos tres aspectos fundamentales para su éxito global. Darnos el tiempo de identificar lo que más nos importa, qué nos frena y qué queremos alcanzar de manera realista para nuestra situación particular, permitirá crear una base sólida para el crecimiento en todos los aspectos.
Sea un camino transitado en solitario o contando con apoyo profesional, invertir tiempo en nuestro desarrollo personal hoy puede beneficiarnos inmensamente mañana.
Beneficios del crecimiento personal
El desarrollo personal es un camino de progreso, casi una manera de vivir, una actitud de mejora continua que nos aportará grandes beneficios internos y externos como:
Aumenta la conciencia personal. Es un viaje de descubrimiento el darnos cuenta de quienes somos, ello nos aporta un bagaje de fortaleza y armonía interior, base de nuestra estabilidad emocional.
Desarrolla la dirección. Ese proceso de sintonía personal aumenta la percepción de competencia para lograr nuestros objetivos y tomar decisiones que nos sitúen en el mejor lugar posible en el futuro.
Motivación y acción. Una vez que se toma una decisión clara, las habilidades de desarrollo personal ayudan a mantener el foco y la motivación intrínseca para transitar el proceso hasta su logro.
Promueve el equilibrio. Estar en contacto con nuevos conocimientos y reflexiones ayuda a combatir los mensajes negativos que recibimos del medio exterior y recuperar una visión más equilibrada de la vida.
Plenitud y calidad de vida. Conocernos, es valorarnos. Es contar con mejores estrategias y recursos para afrontar las decisiones diarias alienadas con nuestros valores. Lo que imprime un sentido de empoderamiento personal que eleva la calidad de vida mental y emocional.
Mayor control sobre los resultados. No podemos controlar totalmente cómo son las cosas. Pero sí tenemos un gran margen de maniobra para intervenir en la realidad y modelarla lo más parecido a nuestros intereses y deseos. Eso es rentabilizar nuestro talento y aumentar las probabilidades de logro.
“La vida no se trata de encontrarse a una misma. La vida es sobre crearte a ti misma.» George Bernard Shaw
El crecimiento personal de las mujeres : un enfoque de género
“La sumisión no está en la genética de las mujeres. La sumisión está en la cultura. Y hoy, cuando llevamos años de progreso cultural, las más jóvenes siguen siendo sumisas. La sumisión se aprende desde los primeros años de vida. Se ofrece empaquetada bajo el nombre de “feminidad” y aceptamos todas las propuestas, porque nos hacen creer que “ser mujer es eso”. El Síndrome de Mari Pili. Carmen García-Ribas.
Los procesos de crecimiento personal de las mujeres no sólo incluyen la adquisición de nuevas habilidades y conocimientos, sino también el eliminar paradigmas y mandatos adquiridos que lastran el desarrollo y están en la órbita de las creencias heredadas por razón de género.
Es imposible crecer cuando no te conoces y reconoces a su vez que mucho de lo adquirido no te representa.
En ese proceso se desarrolla una nueva mentalidad liberada de mandatos sobre cómo ser, pensar y actuar, modelos de pensamiento vinculados a estereotipos de género restrictivos y limitantes.
El proceso de desarrollo personal con visión de género permite tomar conciencia y pasar a la acción desterrando comportamientos como el que describe el Síndrome de Mari Pili o el peso de la falta de corresponsabilidad que tanto limita a muchas mujeres.
«Una mujer, de cualquier edad que quiere gustar a todo el mundo, que lucha por ser buena en cada uno de los papeles que quiere desempeñar a lo largo de su vida, aunque ello implique un extremado desgaste físico y psíquico, y que se desmorona en cuanto recibe un mensaje de rechazo o censura” Mercé Beltran.
Identificar éste y otros síndromes para vencer las actitudes de autosabotaje, es el objetivo de un crecimiento personal que incluya la perspectiva de género.