«Un estudio concluyó que los hombres que lloraban en el trabajo eran percibidos como menos competentes que las mujeres que lloraban. Más de un tercio de los niños piensan que la sociedad espera que sean fuertes y duros, “sean hombres” y “se aguanten”, según una encuesta de Plan International USA Y según Forbes, los hombres pueden dudar en tomarse la licencia por paternidad debido al estigma o al miedo a ser penalizados en el trabajo. Las investigaciones revelan que, si bien la mitad de los padres creen que los hombres deberían tomarse la licencia por paternidad, solo el 36 % realmente toma todas las licencias que se les permiten.»
El machismo es un sistema ideológico y de legitimación de la desigualdad, que considera a los hombres superiores a las mujeres. Está relacionado con el sistema social patriarcal, que difunde y proyecta la idea de que las mujeres tienen menores cualidades que los hombres para las cuestiones “importantes”, como la gestión política y económica, la innovación tecnológica, el liderazgo religioso y en general, la gestión de las cuestiones “públicas”, que afectan a toda la sociedad.
El machismo, valora fundamentalmente tres únicas virtudes de las mujeres: la maternidad, la capacidad para cuidar a los demás y la belleza. Por eso ha censurado tradicionalmente a todas las mujeres que querían realizar otras actividades como desarrollar una actividad profesional (ya fuera en la literatura, la ciencia, el arte o cualquier otra área), o tuviera intereses políticos o sociales, (más allá de la caridad, que siempre se ha considerado muy femenina).
El machismo se manifiesta en comportamientos, creencias y sistemas que limitan los derechos y oportunidades de las mujeres, perpetuando la desigualdad de género. En muchos casos, el machismo también puede promover un comportamiento tóxico entre hombres, al valorar la agresividad o la falta de vulnerabilidad como características masculinas deseables.
Actualmente el machismo «puro y duro» ya no se lleva, sus manifestaciones actuales son mucho más sutiles y la sociedad, en general, no aceptaría ciertas situaciones de antaño. En su lugar, aparece el Micromachismo, un término propuesto por el psicólogo Luis Bonino Méndez que constituye la base y caldo de cultivo de conductas machistas sutiles y de formas de violencia de género, maltrato psicológico o misoginia: maltrato psicológico, simbólico, emocional, físico, sexual y económico, que serían normalizados.
Por qué una persona es machista
Una persona se convierte en machista debido a varios factores, que van desde la educación familiar, la influencia de la sociedad, hasta los valores que se transmiten en la cultura popular.
El machismo se aprende desde temprana edad, cuando se refuerzan los estereotipos de género que dictan que los hombres deben ser dominantes y las mujeres sumisas, mandatos alejados de la ética de derechos humanos del feminismo.
Según la experta Amelia Valcárcel, desde temprana edad hay una interiorización profunda del mandato de género, para las niñas, la «Ley del Agrado», educadas en el agrado, en satisfacer al otro, se les exige silencio, obediencia, cuidar, «Ser para otro». “Toda mujer es educada en la ley del agrado, aunque no sea consciente de ello”. Y para los niños se aplica la «ley del Dominio», que fomenta la fuerza, el poder y riqueza. “Y todo varón sí es consciente de ello”.
Algunas de las causas del machismo incluyen:
- Socialización patriarcal: En muchas culturas, las normas y roles de género están profundamente arraigados, lo que perpetúa el machismo. Se enseña a los niños que deben ser «fuertes» y a las niñas que deben ser «cuidadoras».
- Falta de educación en igualdad de género: La falta de conciencia y educación sobre los derechos de las mujeres y la equidad de género alimenta la persistencia de actitudes machistas.
- Refuerzo cultural: En medios de comunicación, publicidad y tradiciones se promueven roles de género específicos, donde el hombre ocupa una posición de poder.
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Causas del machismo en el trabajo
Se manifiesta en múltiples formas de discriminación de género, desde el trato desigual en el ámbito laboral, hasta las diferencias salariales y la exclusión de las mujeres en posiciones de liderazgo.
Algunas causas del machismo en el entorno laboral son:
- Brecha salarial: En muchas empresas, las mujeres reciben menos remuneración que los hombres por realizar el mismo trabajo, lo que refleja una clara desigualdad de género.
- Techo de cristal: Las mujeres suelen enfrentarse a barreras invisibles que les impiden ascender a puestos de liderazgo, lo que es resultado directo del machismo en las empresas.
- Estereotipos de género: A las mujeres se les asignan roles más asociados con el cuidado o tareas de apoyo alejadas del empoderamiento femenino, mientras que los hombres suelen ocupar los puestos de poder o toma de decisiones.
- Acoso laboral: El acoso hacia las mujeres en el entorno laboral es una de las manifestaciones más claras del machismo, que desvaloriza su profesionalismo y habilidades.
Ejemplos de machismo en la sociedad
Se evidencia en diferentes contextos y niveles. Algunos ejemplos comunes incluyen:
- Lenguaje sexista: Frases como «los hombres no lloran» o «las mujeres son más débiles» refuerzan los estereotipos de género y promueven actitudes machistas.
- Publicidad y medios: Los anuncios publicitarios que sexualizan a las mujeres o las presentan en roles de subordinación refuerzan la idea de que su valor radica únicamente en su apariencia física.
- Normas de vestimenta: Las mujeres son juzgadas más estrictamente por su forma de vestir, siendo etiquetadas como «provocativas» o «inapropiadas», mientras que los hombres no enfrentan las mismas críticas.
- Expectativas sobre roles de género: En muchos hogares, las tareas del cuidado del hogar y los hijos recaen de manera desproporcionada en las mujeres, lo que es un reflejo de los valores machistas que persisten en la sociedad.
- Afecta a la salud mental:el machismo está relacionado con mayores niveles de depresión y estrés entre los hombres. La emocionalidad restrictiva es una característica clave del machismo, por lo que a los hombres no se les enseña que sus emociones son reales , válidas o dignas de ser expresadas.
- Discriminación contra la comunidad LGBTIQ+ : El machismo no sólo perpetúa el feminicidio, sino que también conduce a prejuicios persistentes contra las personas LGBTIQ+ perpetuando la narrativa homofóbica.
El machismo es un problema profundo que afecta tanto a hombres como a mujeres y que necesita ser combatido desde la educación y la toma de conciencia. Promover la igualdad de género y desmantelar los estereotipos es esencial para lograr una sociedad más justa y equitativa.
“La mayoría de los niños y hombres no anhelan que las cosas sigan igual, sino un nuevo guión. Un guión que incluya estar conectados emocionalmente; ser cuidadores en igualdad de condiciones; apoyar la igualdad total en el lugar de trabajo; apoyar la igualdad total para las personas de todas las orientaciones sexuales e identidades de género y poder pedir ayuda cuando la necesiten. Este es un momento poderoso para la reflexión, en el que cada uno de nosotros puede mirarse al espejo y preguntarse: “¿Soy lo mejor que puedo ser?”.