Qué es la Corresponsabilidad

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¿A quien le suena la frase …?

“ Pero… ¡debiste haber preguntado! ¡Yo te hubiera ayudado! ”.

Esta frase ilustra sobre las tareas domésticas y la carga de trabajo mental y muestra la realidad de muchas familias donde un miembro de la pareja, mayoritariamente la mujer, es la encargada de gestionarlo todo, mientras la otra parte espera que le asignen tareas para poder llevarlas a cabo.

Actitudes de “echar una mano” o “ayudar” que distan mucho de una distribución equitativa de las responsabilidades familiares.

El significado de corresponsabilidad es la distribución equitativa de tareas y responsabilidades, incluida la gestión y planificación, con el fin de distribuir el tiempo de manera justa en el ámbito privado. Es la pieza central en la construcción de una sociedad más igualitaria y enriquecedora para cada persona.

El término corresponsabilidad va más allá de la conciliación y confronta el estereotipo de que las tareas domésticas y de cuidados son “cosa de mujeres”. Ser corresponsable implica compartir la responsabilidad de cuidar y criar una familia y tener los mismos derechos y deberes independientemente del género.

Según el Centro de Investigaciones Sociológicas de España, CIS (enero 2024) las mujeres dedican casi 7 horas de media al día (412 minutos) al cuidado de los hijos e hijas. A la hora de conciliar la vida laboral y familiar, un 72,5% de las mujeres asegura que ellas lo tienen peor, y un 58,5% de los hombres afirma que las mujeres son las perjudicadas a la hora de compaginar ambas actividades.

En el reparto de los cuidados y las tareas, en un día laborable, las mujeres dedican más tiempo a las tareas del hogar (limpiar, cocinar, compra…) que los hombres, ellas ocupan 172 minutos (casi 3 horas) de media al día y ellos 126,76 minutos (2 horas). Pero al preguntar por el cuidado de los hijos e hijas durante un día laborable la distancia entre ambos sexos aumenta, mientras las mujeres dedican 412,25 minutos (6,7 horas) a sus hijos, ellos ocupan unos 228,88 minutos (3,7 horas) de su tiempo.

Concluyendo, vivimos un reparto del trabajo doméstico y de las responsabilidades de cuidado desequilibrado y alejado del ideal deseable para todas las personas y por tanto, no es corresponsable.

El objetivo es conseguir una situación de plena corresponsabilidad doméstica y de una plena paternidad , que termine con la tradicional división sexista de las funciones.

 

Ejemplos de buenas prácticas empresariales de conciliación y corresponsabilidad

Las buenas prácticas a favor de la conciliación y la corresponsabilidad laboral constituyen una herramienta útil que permite impulsar cambios hacia la igualdad efectiva.

  • Horario flexible. son aquellos que no establecen una jornada de trabajo rígida, sino que se adaptan a las necesidades de las personas trabajadoras, que pueden decidir, a través de diversas fórmulas y dentro de unos límites establecidos y previamente acordados, sus horarios de entrada y salida del trabajo
  • Bolsa de horas de trabajo. Consiste en ir acumulando horas de trabajo a favor de la empresa (la persona trabaja menos horas al mes percibiendo el salario por su jornada completa, y va acumulando esas horas de deuda con la empresa, de forma que ésta puede hacer uso de ellas en casos de emergencias, periodos de mayor producción, temporadas altas, etc.
  • Política de luces apagadas y reuniones en jornada habitual. Se trata de poner límites a la celebración de reuniones por la tarde y para solucionar el problema de las largas jornadas en la empresa.
  • Flexibilidad en la elección de vacaciones. Posibilita que madres y padres con hijas o hijos en edad preescolar o escolar puedan seleccionar días de vacaciones coincidiendo con los de las escuelas.
  • Jornada comprimida. Se trata de que se pueda trabajar más horas al día a cambio de un día o medio día libre a la semana.
  • Job sharing o jornada compartida. Consiste en compartir un mismo puesto y un mismo sueldo por varias personas (normalmente dos). A efectos prácticos, sería una combinación de dos medias jornadas.
  • Reducción del tiempo dedicado a la comida. Consiste en poder reducir el tiempo dedicado para la comida, a fin de poder adelantar la hora de salida con el objetivo de que las personas trabajadoras puedan disfrutar plenamente de su familia y de su tiempo de ocio y desarrollo personal.
  • Trabajo durante el curso u horario escolar. Se trata de diseñar un horario y un calendario compatibles con los de las hijas e hijos en edad escolar, pudiendo solicitar vacaciones, reducciones de jornada o excedencias en los periodos de vacaciones escolares y, durante el curso escolar, adaptar la jornada al horario del colegio. En estos casos el salario se reduce de forma proporcional a las horas trabajadas.
  • Desconexión digital. Es el derecho de la persona trabajadora a no tener que conectarse a ningún dispositivo digital o software corporativo, mientras esté en períodos de descanso o vacaciones, o fuera de horario laboral.

Aplicar medidas que faciliten la conciliación y corresponsabilidad es fomentar un nuevo paradigma que aumenta la calidad de vida de las personas y la productividad de las empresas.

 

La carga mental o el trabajo emocional de las mujeres

Hace 25 años, la socióloga de Berkeley, Arlie Hochschild, quiso saber cómo afrontaban las familias la irrupción de la mujer en el mundo laboral . En su libro The Second Shift: Working Families and the Revolution at Home , describió cómo las mujeres tenían que lidiar simultáneamente con el trabajo y la familia, y cómo las responsabilidades del hogar se convertían en un segundo turno de trabajo después de terminar sus horas de oficina.

Eso es lo que Hochschild llamó trabajo emocional : una carga añadida e invisible que tiene lugar tanto en contextos privados como profesionales. Gira en torno a la idea de que, a pesar de una distribución equitativa de tareas, siempre hay uno de los socios que asume las tareas estratégicas y controla la gestión operativa y emocional del hogar y la familia.

La carga mental o el agotamiento que sufren las mujeres, un 71% sufre carga mental, y sólo el 12% de los hombres lo experimenta, según el estudio “Próxima a ti” de P&G.

Escribir la lista de la compra, saber cuándo es el momento de las vacunas, preparar la cena de esta noche, coordinar los horarios de toda la familia o estar atento a los sentimientos de todos… Todas estas tareas requieren un seguimiento constante y hacen que la carga sea más pesada para quienes tienen que afrontarlas.

Tres características básicas que generan este estrés psíquico son:

  1. No es un trabajo reconocido.
  2. Genera un sentimiento de sobrecarga.
  3. Es un trabajo poco gratificante.

La lista de tareas y preocupaciones que suele ocupar la mente de muchas mujeres es interminable. Además de las propias de su desempeño profesional o laboral, se añaden las propias del cuidado del hogar que recaen con mayor intensidad en ellas.

Cuatro estrategias para hacer frente a la carga mental serían:

  • Reflexionar sobre las normas y roles de género que incorporamos como propios y que guían nuestras metas, expectativas y modos de hacer y cuestionarnos su valía.
  • Identificar las estrategias de afrontamiento que utilizamos ante los problemas más habituales, y cambiarlas si no son las adecuadas.
  • Identificar y cambiar ideas y creencias que nos estén perjudicando. En ocasiones, asumir de manera estereotipada roles de género femeninos, como la responsabilidad sobre el bienestar de los demás, “Ser para servir a otros”, conlleva actitudes que nos perjudican a todas las partes.
  • Pide lo que necesitas, con claridad y asertividad. No nos hace más débiles, sino mas fuertes reconocer nuestras necesidades y abogar por un equilibrio en las relaciones vs responsabilidades.

Tomar conciencia de ello y desarrollar la capacidad de comprometernos con nosotras mismas, para poner limites, revisar nuestros mandatos sociales y favorecer el proyecto común donde los hombres asuman conscientemente un lugar activo, favorece los lazos de pertenencia y fortalece los vínculos comunes hacia relaciones mas saludables.

 

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Hola! Soy Silvia Adriasola. Directora de EMPOWERMENT SCHOOL | Agente de igualdad Empresarial | Gender Coach | Docente | Siento pasión por el desarrollo humano y mis 15 años de  expertise se centran en facilitar procesos de liderazgo y empoderamiento con visión de género.
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